En todos los medios vemos que los contagios del dengue se han vuelto la moneda corriente de estos tiempos. La proliferación del mosquito se ha adaptado para resistir temperaturas frías. Es razonable sospechar ante ciertos síntomas que, como les ha ocurrido a muchas otras personas, en nuestro caso, alguna picadura haya traído consigo el virus.

¿Qué hago si sospecho o confirmo que alguno de mis seres queridos o yo mismo tengo dengue? Lo primero: no alarmarte. Lo segundo: informarte. Preocuparnos es inevitable, pero siguiendo algunas recomendaciones sencillas, es posible mantener la enfermedad bajo control. ¡Conozcámoslas!

¿Qué indica que podría tener dengue?

es posible que tenga dengue

El dengue es una enfermedad similar a la gripe que afecta tanto a niños como a adultos, y es común en ciudades de todo el mundo con clima tropical o subtropical. Sus síntomas aparecen en general dentro de las primeras dos semanas luego de la picadura. Los más comunes son:

  • fiebre elevada
  • dolor de cabeza, detrás de los ojos, muscular y de articulaciones
  • náuseas y vómitos
  • cansancio intenso
  • hinchazón de los ganglios
  • zarpullido y/o manchas en la piel picazón y/o sangrado de nariz y encías

Ahora bien, ¿es posible que tenga la mayoría de estos síntomas y que aun así no sea dengue? Por supuesto, y por eso, es muy importante no automedicarse, sino acudir al médico para que haga las pruebas pertinentes. Si confirmamos que es dengue, es hora de seguir algunos consejos.

¿Cómo le ganamos al dengue?

Si bien no existe un tratamiento específico para este virus, hay recomendaciones que ayudan a que la recuperación sea más rápida y con menos dolor . Lo principal es guardar reposo durante todo el período de incubación para dar al cuerpo la posibilidad de recuperarse.

Durante este tiempo, debemos controlar la fiebre alta. Una esponja con agua templada para mojar la piel y paracetamol serán de ayuda. Debemos evitar completamente analgésicos como aspirina o ibuprofeno, porque evitan la coagulación de la sangre y pueden aumentar las posibilidades de sangrado.  Nuevamente: cualquier medicamento debe ser prescripto por el médico.

Otro gran enemigo a combatir durante este período es la deshidratación. Los vómitos y la fiebre alta pueden eliminar mucha agua del cuerpo, y es por eso que es fundamental que prestes atención a síntomas como sequedad de la boca, confusión, extremidades frías, y menor cantidad de orina. Tomar abundante agua ayuda mucho en cualquier cuadro febril, y esta no es la excepción.

¿Voy a pasar semanas enteras con fiebre?

Es bueno estar atento y medir la fiebre frecuentemente, pero debés mantener la calma. El período de incubación de la enfermedad dura de 3 a 15 días , y en general se caracteriza por un crecimiento progresivo de la fiebre durante la primera semana, y una semana más de recuperación.

Pasados los síntomas, un análisis de sangre ayuda a confirmar que el virus ha sido eliminado y que no hay peligro de una recaída. Ante esta posibilidad, conviene que nos mantengamos atentos a la reaparición de síntomas y, llegado el caso, acudir al médico inmediatamente.

Hasta confirmar que la enfermedad se ha vencido, es clave evitar nuevas picaduras que expongan al resto de la familia a contagios. El enfermo debe descansar debajo de un mosquitero, y debemos usar repelente de insectos mientras dure la fiebre, además de la medida de prevención más habitual: vaciar los envases con agua.

Tomando todas estas medidas, en alrededor de dos semanas podremos continuar con nuestra vida normalmente, y el dengue sólo habrá sido un mal rato.

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